autocrítica.

Y por una vez en la vida tenía que ser yo la que quisiera más-
Una y no más.
Y aunque solo escribo lo que siento,
lo que siento dura lo que dura la siguiente decepción.

Se terminó la obsesión y el amor es ahora simplemente una invención,
una excusa para levantar toda esta mierda que decimos tener entre cada pulmón.
Que la felicidad es solo un somnífero, una anestesia, y el dolor
un puñal de realidad entre los ojos, una oportunidad para poder montarnos la siguiente película
que nos de esa puta razón.
Devoro el drama como si me fuese a morir si sonriera demás.
Cuento nuestra historia como si fuese yo,
villana y protagonista
porque me siento lo peor
sin ganas de ser la misma puta víctima que muere de amor.

Porque asqueo esa rutinaria sensación de bailarnos el agua,
de andar en círculos,
de que se crean dueños de una vida que no tiene compás-
De que te creas lo mejor, cuando la manipuladora aquí siempre he sido yo.

Asqueo a los poetas que consiguen ser la lágrima
 a través de cuatro letras,
los mismos hijos de puta detrás de un párrafo diferente,
con la capacidad de pintarte en la espalda
 todo esa historia de amor imposible que
sueñas vivir.
Carroñeros de la inspiración en cada boca,
en cada mano pequeña que pueda ser objeto de
un pésimo  episodio piloto de una serie que no va a empezar,


asqueo que no haya valor para reconocer que al fin y al cabo
 somos los dos iguales

 y que damos el mismo asco.


-Creo que deberíamos estar juntos.




Comentarios

Entradas populares