En la ciénaga en la que me dejó caer.

¿Qué fácil es amarlo verdad?

Que fácil sumergirse en sus carcajadas, 

en su sonrisa de loco, 

en sus ojos bicolor, 

en sus pequeñas manos, 

en sus silencios que guardan más amor que sus palabras.


¿Qué fácil verdad?

Ahora que ya no le rondan los problemas,

y ya no le ahoga su niñez desoladora.
Ahora que lo había sacado a flote,

que curé cada una de sus heridas

y le di un pecho que dormía mientras lloraba,

nunca quiso mostrarse débil.
Qué fácil amar ahora, eh? 

Lo querrás como el quería que lo amaran,

sin cuerdas,
sin locas.


El dirá que eres la mejor

porque no te rondarán sus demonios

y tu amor será limpio,
porque su pasado es mío y la oscuridad se quedó conmigo.
Dejó todo lo peor en mi.


Pero dime, que fácil seria amarlo

si a pesar de todo
fuese yo su destino.
Su salvación.
Si a pesar de todo

el quisiera volver a la ciénaga de la que yo

lo volvería a sacar.

Comentarios

Entradas populares