Campo de batalla.

Sugiéreme quedarnos leyendo 

ese inmenso poema que llevas escrito en la espalda, 

el que tienes pendiente que

alguien te recite al oido para entender cuanto vales.
Invitame a devorar libros, 

a quemarnos los labios, 

a hacer fuego con todas las letras 

que un día escribimos a quien no supo leer.
Las horas nos bastarán 

para eliminar las dos mil páginas

que nos propusimos tantas veces pasar.
Quiero quedarme dormida a ratos 

para poder contarte todo lo 

que sueño cuando  me siento tranquila

por tenerte cerca.
Que se nos terminen las historias, 

los problemas, 

las manías,

pero no el tabaco, ni las risas, ni los enfados.
Que por un momento

sin movernos de la cama juguemos

al escondite con todos los demonios.
Que lleguen las seis y quieras café,
y no dormir por si no vuelvo.

Pero ojalá nos miremos sabiendo 

que los sábados van a ser todos nuestros.  

Imagina que al final de esta 

eterna noche en vela 

solo nos quedan más ganas y 

el papel de liar.

Comentarios

Entradas populares