que todo lo que dejes sea huella.

¿No te hartas de fingir?
¿De dar siempre lo que esperan de ti?¿De regalar lo establecido
temiendo el vacío instantáneo de aquellos que no quieren nada más de ti
que no dar  de ellos?


De huir de los miedos, de los complejos, de aquello que te aprieta,
que te oprime, de no dejarte ser, 

simplemente

ser.
De no aceptar que no puedes mostrar una realidad
que no existe.
¿No te cansas de esperar? 
esperar,
esperar,
esperar...
y mueres.
Como muere todo aquello que no tiene alma,
como muere el recuerdo de lo que no es auténtico,
de lo que no tiene oficio.
De ser un objeto que es fuerte porque no siente,
pero se desgasta con su olvido en ese desván en el que se guardan las cosas bonitas 
que nunca jamás volveremos a usar.

Se una loca, una histérica, enamoradiza,
borde, estúpida, mala, impulsiva,
rara.
Se buena sin miedo a ser pasajera, 
y en el momento que lo seas
dalo todo. No te quedes con las ganas, no te censures.
Porque solo así, aunque no sepan verlo, tú
y solo tú, podrás sentirlo:
¡soy la persona más completa!
Porque te lo debes.

Deja huella, joder.