otra mierda más.

Escribiría de nuevo 

todo lo que me faltó por decirte,

el deseo de darte las ganas

de

 venir a por ese último beso,

con el buen recuerdo de cuando te gritaba en la boca

y reias

 y amabas mi locura, 

la misma

que no pudo equilibrar la balanza 

ni desactivar una bomba que nosotros mismos programamos

sin cuenta,

ni vuelta atrás.

Y aunque di todo lo que puedo 

dar sin que me aceche le miedo

recibiste con taras 

lo que quiero que el mundo vea

sin máscaras ni tupidos velos.

 Ser libélula y dejar la rabia atrás,
Que no es huir,
ni borrar.
Ni dejar de llorarle al papel lo que en un
momento quise que lo hicieses sobre mi.
Quería ser tu via de escape,
poesía en tus peores días, la barra del antro en el que nunca estás pero vuelvo
por si el destino me quiere y te encuentro
ahogando mis demonios, preguntándole al vaso
que hiciste mal.
Queria ser el portal en el que me giro a mirar
por si me esperas.
El banco en el que siempre estás.

Aceptar que no mirarme no es el final
pero es un álbum de esos que nunca llenas.
Y empiezas otro.
Y otro.
Sin olvidar que por no terminarlo,
no quisimos tirar.