No es que no quiera, no puedo.

Qué suerte la tuya, se ve que puedes vivir sin mi. Yo, sin embargo, he dejado correr ríos de orgullo por debajo de mis pies, te echo de menos, y no puedo perder tiempo en otra cosa que no sea acariciarte. Es más, no logro definir la felicidad sin poner tras los dos puntos tu nombre, sin recordar tus besos, sin sentir tu aliento.
Es cierto, te he fallado más de una vez, te he hecho creer, sin querer, que no soy lo que te muestro. Pero te aseguro que es contigo con quien me desnudo por completo siempre que puedo. 
He cometido errores, incluso he conseguido decepcionarte. Que no es sinónimo de no apreciarte. De que no te quiera a rabiar. Los errores más grandes de mi vida los he cometido por amor.
No es disculpa, ni mucho menos, cada uno tiene que saber cual es su lugar, cuales son sus límites. Yo todavía no asimilo otra forma de querer que no sea la de tenerte entre mis brazos, que me tengas entre los tuyos. Cuando estés a centímetros, e incluso cuando quieras alejarte, voy a estar tendiéndote mis manos por si algún día necesitas que vuelvan mis dedos a acurrucarte el corazón. 
Yo estaré esperándote para vivir. Porque en mi vida hay dos hombres, el que me dio la vida y al que le ofrecí que le diera sentido. 

Comentarios

Entradas populares