Se alquila valentía.

Tengo a la distancia un poco idealizada, pero seguro que vosotros también la tendríais si la muy puta os pasara cada cierto tiempo un látigo con malas jugadas. Siempre he tenido las cosas claras sobre el futuro, pero a medida que pasa el tiempo, me hago cobarde, tanto hasta el punto de no querer ser egoísta y acabar siéndolo. Miedo, a sufrir, a que la distancia haga girar el destino, como si de una ruleta se tratara, y no es azar lo que quiero que mueva mi vida. También me temo a mi misma, a mi falta de valentía, y por lo visto a mi inmadurez. Por eso ahora tengo claro, que solo se acepta ser una romántica si está en juego la felicidad del otro, cuando se trata de la tuya este romanticismo, cambia, y se le llama egoísmo. Así que sería de valientes seguir siendo una romántica y sacrificar tu felicidad por la del otro, y confiar en que el destino no gire, y la distancia no te la vuelva a jugar.

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