Haz cada momento digno de recordar.

Llega el verano y te recuerda a eses perfectos momentos que viviste hace un año,miras al presente y ves que todo sigue igual,las mismas personas,el mismo lugar...o quizás nada sea igual,todo a cambiado,te das cuenta de que la gente ha cambiado,para bien o para mal,tú has cambiado,la situación,y caes en la cuenta de que por mucho que quieras,por mucho que sigas sintiendo lo mismo dentro de ti,por mucho que te esfuerces,las cosas solo suceden una vez.Pero en tu mano está quedarte llorando por lo que nunca más va ha suceder o seguir adelante con tu destino y hacer momentos inolvidables que algún día quieras que se vuelvan a repetir,que querer que las cosas bonitas se repitan no es pecado,el pecado es llorar por el tiempo que perdiste lamentándote.